ARDER

Febrero 2024

Nuestra mirada se entrecruza con las obras creadas por los artistas Inés Lara (Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Oaxaca) y Jesús Cuevas (Oaxaca de Juárez, Oaxaca). En sus piezas observamos una serie de personajes, que nos regresan la mirada y nos invitan a reflexionar en torno a su pertinencia, su relación con su creador, pero sobretodo con el observador. Miradas que confrontan y que nos provocan una inquietud. Nos observamos a partir de este reflejo.

Las esculturas, realizadas en cerámica de alta temperatura por las manos de Inés Lara, nos confrontan con las posibilidades de la existencia. De una perfecta manufactura, sus texturas y proporciones, nos posicionan como un espectador inquieto, uno que requiere tocar la obra con una mirada cautiva. Este acto de mirar y ser mirado, nos ubica dentro del momento de creación de la obra, nos hace reflexionar en torno a los procesos creativos, revelándonos su amor por el uso del material y su gran talento para otorgarle alma a la tierra moldeada.

La serie de dibujos de Jesús Cuevas, nos invita a descubrir en el caos diversas existencias. A partir de manchas, líneas y gestos gráficos, nuestra mirada es guiada hasta encontrar cuerpos y rostros. Como si se tratará de un momento de ocio en donde la mancha y la línea nos definen a un ser, un instante de inspiración se hace presente; ante nuestra mirada furtiva, los personajes toman forma y son descubiertos por la intención de unas cuantas líneas. Sus líneas le brindan aliento al caos gestual, provocándonos una revelación de aquello que no estaba.

Las obras de estos artistas nos invitan a sumergirnos en los mundos creados a partir del barro y la tinta. Nos comparten sus obsesiones, pasiones y procesos creativos con solo otorgarles un momento de lectura visual. Nuestro trabajo como espectadores es dejarnos guiar por la línea creada por los artistas y para ello requerimos otorgarles un momento de contemplación.

Guillermo Fricke